El complicado
- Vanessa Gonzalez

- 25 feb 2021
- 9 Min. de lectura
"Eduardo" lo conocí a través de una tocaya mía. Al parecer nos habíamos conocido antes en una de esas tantas noches locas que tengo con mis amistades. Según él, hasta bailamos en un "whole-in-the-wall" kind of place, en los que suelo compartir con mis amigos a altas horas de la madrugada, cuando no hay nada decente abierto. Yo, por supuesto, no lo recordaba. Es importante aclararles, que suelo conocer a las personas 5 y 6 veces antes de acordarme de ellos permanentemente.
Eduardo pasó desapercibido por mi vida, hasta que una noche que estaba bastante alcoholizada, decidí llamar a mi tocaya temprano en la madrugada por video llamada. Horas antes había cometido un error en mi trabajo, y me tocó pagar una botella de champán. No me puedo quejar mucho, estaba deliciosa, pero esa noche no contaba con pagar mitad de mis propinas ganadas, simplemente por un error de novato. Anyway, estuvimos horas hablando y haciendo chistes. Al rato me comenta que Eduardo está compartiendo con ella en su apartamento, y me tira la indirecta de que deberíamos hablar un rato, ya que, él y yo habíamos bailado aquella noche loca. Me dió curiosidad, y como toda drunk profesional comencé a tirar mi labia. Después de una botella completa de champán, y varias cervezas que encontré en el fondo de mi nevera, estaba lista para mi conquista de la noche, así fuera por cámara. Él titubeó un poco, al parecer era tímido, pero entre mi amiga y yo seguimos insistiendo hasta que cogió el teléfono, y les cuento que fue conexión instantánea. Ahora que lo pienso bien, y que conozco todos los acontecimientos que vinieron después de esa llamada, soy fiel creyente que nuestra química se debió más al alcohol y polvo mágico que estábamos utilizando, que a la actual química real que pudimos haber sentido esa noche.
Todo pasó super rápido. Viernes hablamos, sábado y domingo seguimos texteando, lunes nos fuimos de roadtrip. Ya mi tocaya, unas amistades y yo habíamos planificado irnos lunes para el oeste de la isla, ya que, era un día feriado. Así que lo invitamos a él, y nos fuimos todos para allá. Cabe recalcar, que él y yo seguimos en contacto durante todo el fin de semana, y cuando él llegó al apartamento de mi amiga, fue como si no me conociera. Es de las situaciones más awkward que he pasado en mi adultez. Sentía como cuando estaba en intermedia y me gustaba un chico y yo le gustaba, pero ninguno de los dos se atrevía. Estas cosas no me pasan a menudo, regularmente soy bastante atrevida, y tengo mucha confianza en mí misma. Pero lo sentía tan incómodo, que lo deje ser, y le seguí su flow.
Son dos horas para llegar al oeste, así que nos montamos todas en mi carro (él se fue en el suyo), y arrancamos para nuestro destino. Llegamos en la tarde al hotel, el seguía visiblemente incómodo, y ya yo estaba pensando y diciéndome "alexandra, este jevo no le gustas". Esto es algo que no me molesta mucho. Soy bastante grande en cuerpo y muchos hombres tienden a intimidarse con el mismo. Así que me dije "olvidate de eso, viniste a pasarla cabrón con tus amistades. Él se lo pierde". Y así siguió la tarde, yo por mi lado y él por el suyo, solo intercambiando las palabras suficientes para ser cordial con alguien. Eso si, yo me puse una tanga y lo dí todo. El tipo no podía quitarme los ojos de encima, y yo me regocijaba a en la idea de que si se lo estaba perdiendo por pendejo.
Después de varias horas en la piscina, bebidas alcoholicas, y drogas ilícitas, estábamos todos en la nota rica. Como a eso de las 10pm, cerraron la piscina, y nosotros nos retiramos a nuestras habitaciones. Sólo habiamos rentado dos cuartos, porque al otro día nos iríamos a la playa y luego a nuestras casas. Así que me tocó en la misma habitación que él, obviamente porque esos eran los planes desde un principio antes que él se viera tan incomodo con mi presencia. Mi amiga y su novia también dormirían en la misma habitación, así que pensé no sería tan awkward. Nos bañamos, y seguimos en la joda. Pero en un momento, nos quedamos él y yo solos. Y yo dije "pal carajo, ya estoy bastante alocada. Si me rechaza no lo voy a recordar mañana". Así que di un brinco a la cama donde estaba en un viaje de esos, y le comencé a hablar. Él rapido me correspondió al coqueteo, y fue como si ninguno de los momentos awkward del día hubieran pasado. Se soltó rápidamente conmigo, y hasta tensión sexual mostró. Y yo dije "winning". Conectamos y yo me sentía en las nubes de nuevo.
Uno no sabe cuánto extraña estar enamorada, hasta que le dan las mariposas de nuevo y es un estado del cual no quieres salir nunca. Esa noche hicimos algo más que dormir. Mi amiga no estaba muy contenta, pero jugó para el equipo. No hubo penetración, ya me habían advertido que su miembro no era el más grande, ni siquiera mediano, pero el me cayó tan bien que estuve dispuesta a aceptar lo que viniera con tal de seguir compartiendo con él. Al parecer, él está super aware de su situación precaria, así que con el tiempo a manejado aprender la maravillosa habilidad del sexo oral. Y wow, puedo decir con mucha seguridad que ha sido el mejor en mi vida entera, de los 60+ con los que he compartido sexualmente. La lengua mágica comencé a decirle desde ese día, aunque tiempo después concluimos en que tiene una lengua "geográfica". No sabria bien como explicarlo, pero al parecer su lengua tiene unas grietas, y entre esto y su habilidad adquirida por falta de tamaño en su miembro, lo han ayudado a dar excelente placer a sus parejas sexuales. Les soy sincera, escribiendo sobre esto y recordando los momentos, me prendo bastate.
Esa noche dormí livianita y enchula'. Cuándo despertamos, desayunamos y nos fuimos para la playa, pero en cuanto llegamos a nuestro destino, adivinen que? El tipo volvió a su estado de incomodidad. Yo culpé a la resaca que todos teníamos. luego nos fuimos a cenar, y estuvo un poco más suelto conmigo, pero luego nos despedimos y su awkwardness volvió. Ya ven porque le llamé a este capítulo "el complicado"?
Él y yo seguimos en contacto, todo por mensaje de texto, y acordamos en tener un date tranquilo ese viernes en su apartamento. Llegué super linda vestida, maquillada, peinada y perfumada. Estaba en mis días, pero no iba a permitir que eso arruinara mis planes de probar esa lengua mágica, así que me puse mi copa menstrual, todo un éxito de hecho. Cuándo llegué, Eduardo estaba como si hubiese estado limpiando el patio y pintando su sala todo a la vez. Enserio tipo? Es un fucking date, ponte un mahón aunque sea. Anyway, no le quise dar mucha importancia y sólo le comenté que me sentía overdressed. Pueden creer que me dijo "no te preocupes, no te tienes que sentir mal por eso?" Are you kidding me? El que se debe sentir mal por no ponerse una camisa sin rotos es él. Pero de nuevo, ignoré la situación e intenté tener un buen rato con el chico.
Lo primero que hicimos fue fumar un nuevo strain que le habían recomendado en el dispensario. ERROR! Les cuento que yo no soy de fumar mucha mota. Lo hice en mi adolescencia, pero fue sólo experimental. Después de tener a mis dos hijas, sólo lo hago esporádicamente, y trato de que sean sativa, porque usualmente la indica me aplasta y odio no poder moverme. Irme en es tipo de viaje me da paranoia, y odio morir mentalmente y no poder hacer nada al respecto. Era un vape y era nuevo, así que sus instrucciones fueron "hala fuerte pero no mucho". Obviamente hale demasiado, y la nota fue casi instantánea. Me dio un ataque de pánico porque pensé iba a desmayarme y hacer un papelön, y no me desmaye, pero el papelón fue real. Lo demás no recuerdo mucho. Sé que tuvimos nuestra sección de foreplay, incluyendo su lengua mágica, comimos como cerdos, y nos acostamos a dormir. Durante la noche, nos tocamos un poco más y al otro día me fui temprano porque trabajaba.
Después de eso, todo se fue en caída casi instantáneamente. Tengo buen sentido de percepción, y sé cuando alguien cambia conmigo, así no lo tenga de frente. He tenido bastantes parejas para saber cuando alguien está ghosting me, o simplemente una relación no se está dando de forma natural y genuina. Dos días después de él estar respondiendo dos o tres mensajes solamente, comparado con antes que estábamos todo el día escribiendonos, le hice la pregunta. Lo más que odio es no saber qué está pasando. Detesto que no sean honestos conmigo, porque algo que he aprendido con el tiempo, es ser sincera conmigo misma y con los demás. No me gusta jugar con los sentimientos de nadie, por la tanto odio cuando alguien lo intenta conmigo. Así que por fin, el tipo tuvo los cojones de serme sincero y decirme la que había. Me salió con excusas de que él era bien raro, que fue un error el haber tenido acercamientos sexuales tan rápido, que él no estaba listo para ese tipo de relación con alguien que casi no conocía. Hasta trató de convencerme que era una mezcla entre demi-asexual. Mind you, el muy cabroncito fué el que comenzó los acercamientos desde un principio. Yo sólo le seguí su paso, porque no me gusta incomodar a nadie, y siempre he creído fielmente en el consentimiento antes de un acercamiento de esta índole. No sé cuántas excusas más me dió, pero lo que sí puedo decirles fue que mi corazón me llegó al culo.
Mi ego. Mi jodido ego. Creo que nunca había sentido tanto rechazo de una persona que consideraba le atraía lo suficiente como para durar más de una semana conmigo. Yo no estaba buscando nada en serio, pero la conexión que sentía haber compartido con él, me hizo pensar que quizás valía la pena intentarlo. Caí en mi depresión, me sentía como mierda. Y no era él, era el hecho de que creí que por fin iba a poder compartir mis cosas con alguien. Mi felicidad, mis enojos, mis tristezas, mis loqueras, con alguien que me entendía. Yo me dije "por fin, someone that gets me". Que nos podíamos reír de cualquier estúpidez, que teníamos tanto en común. Nos gustaban los mismos show de tv weird que a más nadie le gustan. Los memes raros que nadie entiende, él si los captaba. Que sexualmente me atraía, aún él no teniendo el tamaño al cual estoy acostumbrada. Que besaba riquísimo y no chocabamos los dientes ni me chupaba raro los labios. Que me hacía venir y se preocupaba porque lo hiciera varias veces (literalmente las contaba). O quizas si era él, y solo me digo esto para no sentirme peor, porque esto no funcionó. Como es que un nerd me rompió el corazón en menos de una semana.
Con el tiempo nos volvimos a ver varias veces, pero era tan awkward para mi. Pero para eduardo era como si nada, como si nunca le gusté, y mi ego dolía más. Despedida de año lo vi, y le coqueteé, y luego me fui con un amigo y él se fue con mi tocaya. Al otro día me enteré que él quería irse conmigo. Pero ignoré el comentario, culpando al alcohol y las drogas por su deseo. Lo volví a ver en casa de nuestra amiga. Yo estaba embriagada y high en coca, y decidí sacarlo aparte para hablar del porque nuestra relación se había vuelto tan seca. Le expliqué que lo extrañaba como amigo, y esa era la realidad, pero el me trató muy distante. Al rato, llegó el colombiano, vecino de mi amiga, y decidí ahogar mis penas con él. Luego de varias horas bajé, y Eduardo se había metido unas pastillas que al parecer no le cayeron muy bien. Todos estaban listos para dormir, y yo moría de hambre después de la actividad física que había tenido. Me senté en la sala a comer, y Eduardo se acostó en el mueble a quejarse de dolor estomacal. Ya yo estaba sobria, y sólo quería comer y coger un nap para poder irme. Pero qué hizo santa alexandra? Pues obvio, ayudar al pobre de Eduardo. Lo saqué al patio, y le meti casi la mano entera hasta la garganta para que vomitara, y yo poder volver adentro a comerme mis tacos. El plan no salió como quería, y tuve que salir una segunda vez y tranquilizarlo para que pudiera dormir. Literalmente fuí su madre esa hora.
Al otro día, me agradeció por un mensaje de texto, diciéndome que se sintió bien y protegido gracias a mi. "ok, de nada Eduardo para eso los amigos, no?" No volví a saber de él, hasta hace una semana que me fuí de bote al este de la isla, y cuando volví a la capital, estaba buscando pachanga, pero ya no había nada abierto. Llamé a la ahora ex-novia de mi tocaya, y me dijo que lo llamara, que Eduardo estaba buscando pachanga también. Le escribí, me contestó, yo llegué a su casa con cervezas en mano, y el resto es historia para otro día.
Stay tune for more, besos,
Alexandra y sus novios.



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